Podría decir que soy médico, pero decir sólo eso sería limitarme.

Podría decir que soy chamán u hombre medicina pero negaría mis bases en la medicina académica.

Quizás no existe un término único para definirme, como nos pasa a todos, pero puedo presentarme como un médico que utiliza modelos complejos e integrales incluyendo aportes desde los sistemas médicos tradicionales y la espiritualidad. 

Llegué a México para estudiar en la Facultad de Medicina de la UNAM, pero no fue suficiente, no quería ser solo un doctor con bata blanca y ya. Así que me aventuré a viajar y fue entonces que aprendí medicina china, estudié con curanderos y hierberos sobre herbolaria, pero también aprendí del yoga y qi gong, estudié nutrición terapéutica, un máster en programación neurolingüística y comencé un doctorado en pensamiento complejo.

Ha sido gracias a todo lo que he aprendido que he comprobado que existen muchos caminos para curar las enfermedades y por ello me he preparado en diversas dimensiones. Todos los caminos que he descubierto me han demostrado que son útiles, y que, si se complementan entre sí, mejoran las posibilidades del paciente para recuperarse de su padecimiento.

 

Me niego a naturalizar la violencia hacia nuestro propio cuerpo y hacia la vida fuera de nuestra piel.

 

 

MI VISIÓN integral me ha llevado a la conclusión de que el síntoma o malestar viene a mostrarnos aquello que debemos ajustar o transformar en nuestra forma de VIVIR.

Hay que cuidar nuestro estilo de vida, nuestras emociones y  nuestro espíritu para regular la vida y cuidarla. Es decir, desde ésta propuesta se busca desglosar la enfermedad en cada una de las dimensiones que la conforman.

Mi trabajo es acompañar a las personas a contactar con su cuerpo, sentir los síntomas, entenderlos, encontrar el propósito que tienen y accionar para mejorar la calidad de vida.

Tengo una gran convicción y pasión por mi trabajo porque me niego a naturalizar la violencia hacia nuestro propio cuerpo y hacia la vida fuera de nuestra piel.

 

Mi Misión es inspirar el amor por la vida y mostrar los caminos para cuidarla, hacer que la vida cotidiana sea más amable.

 

Mi interés es recordarle a cada persona que no se puede cuidar aquello que no se ama, y no se puede amar aquello que no conozco y desprecio, conocernos es una de las llaves de la sanación.

Busco sacudir e inspirar a las personas para que tengan el control de su vida y de su salud desde una visión empática y sensible ante el dolor.

MI MISIÓN es brindar a las personas un nuevo panorama ante la enfermedad, recordarles que siempre hay algo que hacer, siempre existe una forma de afrontarlo.

Si ésas nuevas formas están construidas desde la multiplicidad de saberes e integrando al cuerpo y nuestra intuición, nuestras relaciones y nuestro planeta, las posibilidades de sanar se enriquecen.

 

Gracias por estar en este nuevo espacio, donde juntos podremos crear caminos para cuidar la vida y amarla.

 

Gabriel.